El timo del sordomudo está en Nájera
Hace aproximadamente un mes y medio iba yo en el Metro y ocurrió algo que me llamó mucho la atención. Era la hora de comer y viajábamos pocos en el vagón. Al llegar a la estación de Cuzco se abrieron las puertas y entró un joven con una carpeta de esas diseñadas para escribir (con una pinza que sostiene las hojas). Sin mediar palabra mostraba una hoja a la gente y vi que alguno leía, escribía y le daba dinero.
Según se acercaba a mí pude comprobar que se trataba de una hoja estructurada por columnas: la primera para el nombre y los apellidos, la segunda para el DNI (como cuando se recogen firmas para un buen fin) y en la tercera ponía "Donativo". Observé que había cantidades que oscilaban entre 3 y 20 euros pues en el encabezamiento de la hoja ponía Asociación de Sordomudos o algo así.
Este hecho me resultó muy sospechoso, al igual que el aspecto del joven (parecía de procedencia de Europa del Este lo que le da pocas posibilidades de ser miembro de una Asociación Española), y al llegar a mí le hice el típico gesto de "no me interesa".
Automáticamente, como soy muy mal pensado, me dije a mí mismo: vaya forma más fácil de recaudar dinero en un vagón de Metro sin necesidad de tocar el acordeón o de soltar el discurso de "semos cinco hermanos y no tenemos pa comer". El que haya ideado ésto es un genio porque el hecho de presentarse como sordomudo facilita la tarea sobre todo a los inmigrantes que no conocen nuestro idioma. Además hay gente que empieza a rellenar el formulario sin leer la última columna y, después de poner su nombre y DNI, les da corte no poner dinero (es fácil picar)...
Hoy leo en la prensa que "La Comisaría General de Extranjería ha puesto fin a las andanzas de una red de ucranianos que obligaba a inmigrantes ilegales a hacerse pasar por sordomudos para la venta ambulante". He pensado que esta noticia quizá tenga algo que ver con lo que vi.
Aprovecho este comentario para informar de que los donativos a asociaciones benéficas, fundaciones y entidades de este tipo gozan de una deducción fiscal en la declaración de la Renta. En general asciende a un 25% del donativo. Por ello, quien esté en disposición de dedicar parte de su dinero a estos fines es recomendable que lo canalice por un organismo de éstos y pida un recibo.
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